El amor eterno
Jineteando en la Hacienda de mi padre, y en una bereda
cerca del rio, encontre a mi amada.
Es la hija de la hacienda vecina, mi corazón comenzó a later sin control.
Nuestras miradas se cruzaron,
Y en ese instante, su amor comenzó.
Intentaron separarlos, el amor no fue aceptado.
Pero su amor era fuerte, como el sol y la luna,
Unidos en el firmamento, su pasión no tenia barrera alguna.
Cada vez que se encontraban, sus corazones latían,
La naturaleza como testigo, su amor florecía.
Con cada sacrificio y movimientos arriesgado,
Demostraron que su amor era verdadero y consagrado.
La rivalidad entre las familias, era complicado,
Pero su amor a sus familias, nunca fue derrotado.
Tomaron riesgos, enfrentaron el destino con valentía, y su amor crecía día a día.
En medio de la batalla, sus corazones se encontraron, y ahora
todos los vecinos eran testigo, su amor se reafirmó.
Juntos enfrentaron el conflicto y la adversidad,
El amor de la Azucena y Pedro, un legado de eternidad.
Así, en el camino del destino, Azucena y Pedro se amaron.
Superando obstáculos, su amor prevaleció. Y un día las familias
rivales se unieron con sus hijos.
Y Azucena y Pedro encontraron su destino, eternamente unidos.
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